Beato Carlos de Austria
Nací en 1887 en el castillo de Persenbeug en Austria, hijo del Archiduque Otto y la Princesa María Josefina de Sajonia. Me dieron una educación católica y tuve una devoción profunda a la Sagrada Eucaristía. Rezaba antes de tomar una decisión importante. En el 1911, me casé con la Princesa Zita. Tuvimos ocho hijos durante nuestra vida de feliz matrimonio. Inesperadamente me convertí en el heredero al trono del Imperio Austrohúngaro poco antes de la Primera Guerra Mundial, tras la muerte del Archiduque Francisco Fernando en Sarajevo. En 1916, me convertí Emperador de Austria. Aún con este cargo, quise seguir solo a Cristo, dedicando mi vida al servicio de la gente que se me fue confiada. Trabajé por la paz en esa terrible guerra. Entre los políticos, yo era uno de los pocos que apoyaban al Papa en sus esfuerzos por la paz. En la disolución de mi imperio, fui expulsado de mi país. Fui exiliado a la isla de Madeira. Reducido a la pobreza, viví en una casa muy humilde y enfermé. Morí en 1922.