San Titus Brandsma
Mi nombre es Titus Brandsma. Nací en los Países Bajos en 1881, en una devota familia católica. Éramos seís hermanos. Mis padres nos animaron a servir al Señor. Tres de mis cuatro hermanas se hicieron monjas; mi hermano llegó a ser sacerdote franciscano y yo un sacerdote Carmelita. Impartí clases de teología por casi 20 años en la Universidad Católica, en Países Bajos. También trabajé como periodista, escritor, rector de universidad; asimismo, fui considerado un orador popular. De forma temprana, identifiqué el crecimiento de la amenaza del Partido Nazi en Alemania; advertí sobre sus mentiras acerca de las personas judías y otros grupos minoritarios. Dios tiene un amor equitativo para cada ser humano. Después de que los alemanes invadieron los Países Bajos, su policía secreta me vigilaba. Ellos sabían que yo hablaba fuertemente en contra de las ideologías Nazis. En nombre de los obispos holandeses, advertí a la prensa católica que no debía colaborar con los nazis ni debía imprimir la propaganda para los seguidores nazis holandeses. Me arrestaron y me enviaron a Dachau (un campo de concentración alemán). Era el año de 1942: fui obligado a trabajar forzosamente y me trataron muy mal. Cuando caí enfermo, me administraron una inyección letal.