San David el Rey
Soy el hijo de Jesé y nací en Tierra Santa. En mi juventud fui pastor. Vivía constantemente a la sombra de mis hermanos. En la guerra contra los filisteos, maté a Goliat, un guerrero gigante y veterano. Salí victorioso porque no confié en mí mismo, sino en Dios, para la victoria. Más tarde tuve que huir del vengativo rey Saúl. Tiempo después, me convertí en el rey de Israel y entablé una guerra constante para proteger mi reino. Fui un gran conquistador militar, pero no pude conquistarme a mí mismo. Cometí adulterio con Betsabé e hice matar a su esposo a traición en la guerra para encubrir mi error. Fui el padre de Salomón, uno de los reyes más grandes de Israel, y de Absalón, cuya rebelión causó derramamiento de sangre y dolor. Dejé un ejemplo del amor apasionado por Dios y docenas de salmos en la Biblia. Fallecí en Jerusalén.