Santo Domingo
Nací en España en 1170, en una familia noble. Recibí mi primera educación de mi tío, que era sacerdote. Luego, estudié durante diez años en la universidad. Discerní que Dios me estaba llamando a ser sacerdote. Algún tiempo después de mi ordenación, el obispo me pidió que lo acompañara en un viaje misionero por el sur de Francia. Aquí conocí a los albigenses o cátaros, que proclamaban una forma distorsionada del cristianismo. Ellos condenaban el mundo material como un reino malvado no creado por Dios. Me vi inspirado para predicarles el verdadero Evangelio de una manera creíble. Junto con algunos monjes cistercienses, comencé esta difícil misión para promover la verdad. Después de muchos esfuerzos, fundé la Orden de Frailes Predicadores o Dominicos. Su enfoque principal era el estudio y la predicación de la fe de una manera que la gente pudiera entender. Durante mis misiones de predicación, muchas personas se convirtieron a la verdadera fe. Fallecí en 1221 después de varias semanas de enfermedad.